Las Figuras de la Corte

Explicación de cada Carta
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    • Las sotas

Simbolizan la primera niñez y juventud, Generalmente son mujeres, niñas o adolescentes, aunque abarca a los dos sexos.

  • Los caballeros

Son como el masculino de las Sotas, dando movilidad y proyección. Representan al varón y a nuestra capacidad de lucha y acción.

  • Las reinas los reyes

Son la culminación de la escala evolutiva. Significa ser un ‘‘Rey’’ o una ‘‘Reina’’ de uno mismo. Alcanzar el autocontrol, la perfecta noción de estar en armonía con la vida, la autoridad que emana del verdadero iniciado, del verdadero místico; una energía que fluye del propio espíritu. Rey y Reina se analizan conjuntamente ya que lo único que varía es el sexo.

Como se comentaba al iniciar el análisis de estas figuras, Rey y Reina, de forma conjunta, hay algunas pequeñas diferencias de interpretación en algunos palos, particularmente entre los bastos y las espadas, que aclararemos a continuación.

Las Reinas de bastos y de espadas al derecho, suelen ser más fuertes que sus homónimos masculinos. Sin embargo, son los Reyes de estos mismos palos, los que resaltan superando en vistosidad a las Reinas, cuando las cartas salen invertidas.

Este detalle, si bien por algunos podría ser considerado como nimio, nos desvela el hecho de que a la hora de emplear las energías de las fuerzas y de la capacidad de lucha como elementos constructivos, las Reinas (la Luna: lo interno, la mujer), son quienes actúan más evolucionadamente. En cambio, cuando surgen situaciones en que la fuerza se expresa por la acción misma, sin ningún trasfondo trascendente, los Reyes (el Sol, lo externo, el hombre), son quienes más destacan.

Efectiva e inexorablemente, este ejemplo nos advierte de las diferencias de niveles en cuanto a entender y ‘‘practicar la vida’’ entre los dos sexos.

Las figuras de la Corte son un puente obligatoriamente transitable entre los sucesos y sus anexos más mundanos –los Arcanos Menores del uno al diez– y el destino cósmico trascendente a través de los Arcanos Mayores, con su red de dioses egipcios e influencias planetarias.

Somos nosotros mismos, pues, quienes representamos cabalmente a las figuras de la Corte, en diversas actitudes, rangos evolutivos, edades y sexo. Es, por tanto, nuestro sendero de vida en medio de las vicisitudes cotidianas y el sentido más elevado y profundo de lo que constante y eternamente acontece.

Consideradas como parte integrante de los Arcanos Menores, las Figuras de la Corte se diferencian de la baraja española corriente al incluir lógicamente la figura de la Reina, excluida de manera inexplicable y absurda de aquella, como si la mujer fuese, o se hubiera pretendido que fuera, un vulgar elemento decorativo al que no hace ni falta mencionar. Por el contrario, el Tarot, a pesar de haber padecido las etapas más retrógradas de la última historia censurable, siempre ha tenido presente las energías de la Luna, regidas por la propia carta de igual nombre, o bien a través de su equivalente ‘‘La Sacerdotisa’’ o, como en esta ocasión, por ‘‘Las Reinas’’ de los cuatro palos.