La Sorpresa

Técnica:

–Número de cartas: 5.

–Duración aproximada: 15 minutos.

–Finalidad: Cuando existe la sensación interna de que ‘‘algo’’ puede ocurrir y no sabemos qué puede ser. No hay pregunta concreta en esta tirada.

La Carta 1 representa a la persona y su situación ‘‘sorpresa’’.

La Carta 2 es lo que debe superar a nivel interno.

La Carta 3 es lo que debe superar a nivel externo.

La Carta 4 es lo que puede controlar a nivel interno.

La Carta 5 representa aquello que escapa a su control.

El tipo de cartas y de los palos dominantes determinarán en qué área de la vida se centrará la sorpresa que el destino prepara (ver esquema gráfico).

Un Ejemplo

Una alumna me consulta esta tirada porque intuye que algo puede suceder muy pronto en su vida y que le marcará profundamente.

Las cartas que salen son las siguientes:

Carta 1: Cinco de Bastos al derecho: algún conflicto relacionado con su trabajo se avecina, aunque saldrá airosa.

Carta 2: As de Bastos al revés: debe superar su falta de seguridad.

Carta 3: El Emperador al revés: tiene a su jefe ‘‘al revés’’ y deberá buscar un arreglo en algún conflicto que surgirá con aquél.

Carta 4: El Carro al derecho: atravesará momentos en los que pensará dejar su trabajo e irse a otro sitio mejor pero, aunque tenga algo de razón, deberá controlar sus impulsos.

Carta 5: La Emperatriz al revés: una mujer joven es probablemente el obstáculo de esta situación. Al cabo de un mes, antes de comenzar una de las clases, esta alumna me comentó que su jefe tenía una nueva secretaria personal con la que mantenía relaciones amorosas y, dado que los empleados más antiguos (entre los que se encontraba ella) conocían muy bien a su esposa, la situación se había vuelto muy tensa en la oficina, por primera vez en sus quince años de actividad.

Finalmente, se pudo superar el ‘‘mal rato’’.

Quien desee dedicarse a la práctica del Tarot encontrará que, aun estudiando una y otra vez cada Arcano, leyendo varios libros de diferentes autores, asistiendo a cursos dictados por diversos maestros, o analizando constantemente las ‘‘pautas de combinación’’, cada tirada, cada consulta, será como un mundo nuevo que se abrirá a sus pies.

El Tarot nos advierte de que cada vez que despleguemos el mazo sobre la mesa un desafío pondrá a prueba las energías más sutiles. Ello no significa, de manera alguna, que el echador/a de cartas conlleve eternamente un sentimiento de paranoia que le obligue a ‘‘acertar’’ todo lo que se exponga. Tampoco conviene entrar en el juego de quienes pretenden ahogar sus frustraciones o debilidades en una consulta, descargando sus complejos de culpa al tarotista.

Partiendo del hecho irrefutable de que nadie en el mundo de la materia es perfecto y de que así como los médicos, los arquitectos, los políticos o los artistas se equivocan, el tarotista, como ser humano que es, jamás representa lo infalible o la última palabra.

La constante, serena y seria práctica y la honestidad de una limpia trayectoria jamás empañada por futiles y perecederas tentaciones, serán el mejor arma de quien intente desarrollarse en este arte-ciencia. Los resultados llegan solos…; nunca la finalidad primordial debe basarse en un ‘‘acertar’’ o ‘‘no acertar’’.